Cuando se tiene en mente emprender con un negocio en la industria de la restauración se deben tener en cuenta aspectos desde lo arquitectónico, tal y como se mencionan a continuación:
Ubicación del local
No todas las zonas de una ciudad son apropiadas para adecuar un local de restaurante. Además, puede suceder también que los locales disponibles no cuenten con las condiciones físicas necesarias para emprender el negocio. Es indispensable que la ubicación seleccionada sea la idónea para el proyecto que se va a desarrollar,el perfil de los clientes que se va a atender y el tipo de producto que se va a ofrecer.
Físicamente el local debe contar con unas condiciones mínimas que permitan a través de una intervención arquitectónica, alcanzar las especificaciones de diseño, acabados y decoración definidas en el momento de la conceptualización del negocio. Indispensable, antes de tomar el local se debe conocer la normativa que rige la zona en términos de intervenciones arquitectónicas y evitar así comprometerse con locales limitados o imposibles de modificar.
Distribución del espacio
Una vez esté el local definido, la distribución del espacio va a ser determinante para el correcto funcionamiento del negocio. Y por consiguiente determinar el éxito o fracaso del mismo. El esquema arquitectónico que se desarrolla en esta etapa del proceso permite establecer la mejor ubicación para espacios como la cocina, recepción, zona de atención a comensales, zona de empleados, zona de almacenamiento y ubicación de parqueaderos, entre otras.
Iluminación
La iluminación está directamente relacionada con el concepto que tendrá el negocio. La zona para comensales debe ser cálida, con una intensidad media que permita disfrutar del tiempo de esparcimiento en el restaurante, además de resaltar las características de diseño del espacio físico y del producto ofrecido.
Por el contrario, la iluminación para las zonas de cocinas, almacenaje y manipulación de alimentos debe ser luz blanca y estar regida por las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura)
Mobiliario
El mobiliario debe ir en la misma línea del concepto del restaurante, de tal forma que la experiencia sea única. Pero no solo desde el punto de vista gastronómico sino desde la comodidad de una silla y una mesa que recreen la calidez del hogar. Si el restaurante es de comida rápida las sillas serán un poco más rígidas, teniendo en cuenta la alta rotación de comensales; pero si su restaurante es de manteles, las sillas deben ser lo suficientemente acogedoras para estar largos periodos de tiempo y así aumentar el tiquete promedio de consumo. Esto se logra no solo con el uso de materiales confortables sino con la aplicación de colores cálidos.
Acabados
Los acabados en el diseño arquitectónico van sujetos al tipo de restaurante y comida ofrecida en el sitio. El piso instalado, el color de las paredes, el acabado de muros y cielo raso consolidan el concepto del restaurante y definen el tiempo de estancia de los comensales. Por ello, los colores tierra (rojo, naranja, amarillo, marrón) combinados con los neutros (blanco y negro) contribuyen a la creación de un ambiente cálido.
Estos colores no solo tienen una amplia combinación cromática, sino que generan en el comensal una serie de estímulos que favorecen a una estancia mayor en el lugar, la apertura del apetito, la descarga de energía y la relajación, haciendo que la experiencia ofrecida sea totalmente placentera.
Decoración
Los elementos de decoración son imprescindibles y deben representar la esencia del lugar. Deben ir en sincronía con elementos, que además de ser funcionales, tengan un diseño especial. Por ejemplo: la vajilla, el menú y el logo. Así lograremos generar recordación no solo a nivel gastronómico, sino de marca ya que, a futuro, la personalidad del establecimiento tendrá una asociación directa con el Top of mind del comensal.
Cocina
Según el tipo de comida ofrecida, la cantidad de personas a atender y la frecuencia de sus visitantes se establece el tamaño de la cocina, el tipo de equipos que se necesitan, las instalaciones técnicas requeridas y la distribución de la misma. Siempre se debe tener presente el BPM, la correcta manipulación de alimentos, los flujos de comide y descomide y por último el aseo y mantenimiento del espacio.
Baños
Hoy en día, este espacio cobra mayor importancia cuando de decoración se trata. Esta zona debe mantener la misma línea de diseño, donde el concepto se hace evidente y la personalidad del establecimiento se refleja. Al ser espacios, por lo general, muy pequeños, elementos como los espejos, los tonos claros en muros y una iluminación tenue generan la sensación de amplitud necesaria.
Instalaciones técnicas
Una buena ventilación en el local permite alcanzar el nivel de confort deseado tanto para los visitantes como para los empleados. Por ejemplo, un buen sistema de extracción de olores evita distorsionar la experiencia al momento de ingerir alimentos, así como un buen sistema de sonido optimiza la sensación de calidez que se quiere transmitir a los clientes. No se debe olvidar que una buena acústica permitirá que la experiencia sea aún más gratificante para el comensal.
Elementos Tecnológicos
En épocas en donde la tecnología hace parte de nuestra vida diaria, la arquitectura del local debe considerar este tipo de particularidades. Actualmente, existe una tendencia en restaurantes, sobre todo de comida rápida, donde la atención es impersonal; los pedidos se hacen a través de una tableta o pantalla electrónica, no hay meseros que tomen el pedido en la mesa y tampoco quien lleve la comida hasta el comensal. Y mucho menos quien recoja los platos al finalizar. Todo este proceso se lleva a cabo de manera autónoma por medio de dispensadores de comida y bandas donde se puede tomar el pedido y dejar los platos ya finalizados. Si este es el caso, estas particularidades deben estar presentes en el momento en que se desarrolla el diseño arquitectónico y la estrategia promocional del lugar.