Nada es más importante para un negocio de comida que tener productos que realmente antojen a los consumidores. Ir a un restaurante o visitar una panadería, muchas veces sucede por esas ganas inmensas de probar esos productos que son publicados en redes sociales. Los colores, las texturas, los toppings y, ya a la hora de probar, el sabor, son esenciales para que tengan el visto bueno de los consumidores.
Los hojaldres; esas masas crujientes utilizadas para hacer pasteles de sal y dulce, milhojas o corazones, se convierten en ese placer ‘culposo’ que muchos se atreven a probar solo los fines de semana. Por eso es necesario que sean provocativos y elaborados con ingredientes que aporten crocancia y mucho sabor.