¿qué quieren encontrar los niños en la panadería?

¿Qué quieren encontrar los niños en la panadería?

El sector panadero actualmente se enfrenta a un desafío inmenso: conquistar desde ya a los futuros clientes.

Los niños, son el mercado por el cual, la panadería y la pastelería deben trabajar en conquistar, si no lo hacen, el riesgo que afrontan es demasiado alto, pues el negocio se verá afectado a corto plazo.

Interesados en esta urgente necesidad del sector, Levapan está llevando a distintas ciudades de Colombia el seminario: “Los niños, pequeños consumidores, clientes gigantes” a cargo de José Ricardo Franco*, y hoy en revista Pan Caliente les contamos de qué se trata.

Los niños y la panadería.
Actualmente los niños no tienen una conexión con la panadería, mientras que otros artículos como paquetes, dulces, paletas, etc., les están hablando permanentemente a través de sus colores, sus trazos, los muñequitos, mientras que los productos panaderos no.

Los niños son un gran potencial del mercado, pero para poder trabajar por y para ellos como consumidores, es necesario comenzar a verlos, descubrirlos en todos sus aspectos, sus imaginarios, sus fantasías, sus experiencias y su relación con el pan y la bizcochería.

¿Cómo conectar a los niños con productos panaderos?

Todos los productos para niños deben permitir la creación de una historia, sino la hay, el niño no puede contextualizar el producto. Para ellos la comida debe ser sinónimo de diversión de lo contrario no los conecta emocionalmente.

Lo esencial del pensamiento y del comportamiento del niño es la magia, si los productos que se les ofrecen en panadería y pastelería no les permiten el pensamiento mágico, ahí están fallando, la magia se consigue con el color, aroma, textura, sabor y con la imagen.

Etapas del Desarrollo:

Etapa de la dependencia, va entre los 0 y los 2 años:
En esta época el niño es altamente influenciador, las madres compran los productos pensando en cómo van a reaccionar, por lo tanto la influencia de ellos de manera indirecta es impresionante, la panadería y la bizcochería entran en la vida del niño a partir del año.

Todo lo que se haga para niños entre 1 y 7 años deben tener las siguientes características:

Debe ser redondo o por lo menos con curvas, eso hace que le cerebro lo reciba como más seguro, confiable, amable, nutritivo, natural y de mejor sabor. Por eso las tortas redondas son las que más se venden, y es porque está ligado a un procesamiento neurológico. ¿Se han dado cuenta que las caricaturas de Disney todas son redondas?
Los productos para estas edades deben ser de colores contrastantes, muy fuertes como rojos, amarillos, naranjas, verde limón, nada en colores pastel, igual a los que se usan en los juguetes diseñados para esa edad, es muy importante tenerlo en cuenta, porque el cerebro necesita esos contrastes para estimular las neuronas.
Las texturas deben ser suaves y húmedas que prácticamente se fundan en la boca. Tenga en cuenta que un niño puede morder hasta los 7 años antes, el paladar les duele si les damos cosas duras.
Etapa de la autonomía, va de los 3 a 7 años:
A los 3 años, el niño se vuelve autónomo, es decir ya expresa lo que quiere y lo que no, son grandes decisores de compra. Aquí es importante usar sabores que el niño pueda adivinar, porque en esa etapa llega el metalenguaje, que es cuando el niño empieza a jugar a los trabalenguas y pone a sus padres por ejemplo a que los repita, les gusta confrontar, es decir, que los retos son atractivos para ellos.

Por lo tanto los productos que se hagan para esta edad deben ser de sabores, colores, de sensaciones gustativas que exploten en la boca, que se las pinte, los sabores ácidos e hiperácidos son sus predilectos, por eso la combinación de chicle con morazul por ejemplo les parece fantástica, en definitiva los cautiva los sabores no convencionales.

El cerebro en esa etapa necesita desarrollar toda la parte gustativa y las habilidades sensoriales.

Las niñas en esta etapa son absolutamente olfativas todo lo huelen y si no les huele bien, por muy bonito que sea, lo dejan de lado. Aquí también aparecen los héroes y villanos, así que haga productos de Batman, Spiderman, etc., pero también tiene que estar el villano, porque el lóbulo frontal está en plena formación y es allí donde está la intención, el bien y el mal, así que explore distintas formas, ya no solo redondas, muchas otras que les representen acción, recuerde el reto y la novedad es lo que a esa edad les gusta.

Preadolescentes o Early Tweeth, va de los 8 a los 11:
Es una edad muy compleja porque ni son niños ni adolescentes, y tiene una característica muy importante, los niños se separan de las niñas debido a que empieza un proceso a nivel neurobiológico de afianzamiento de la masculinidad y de la feminidad, aquí sí puede elaborar productos para las niñas color pastel, con florecitas, mariposas, etc. y para los niños lo que represente fuerza, poder y masculinidad, por eso es frecuente ver que escogen por ejemplo, la piñata de Harry Potter, porque la fantasía dejó de ser caricatura y a esa edad se humaniza. En este rango de edad no funciona hacer el mismo producto para ambos géneros, hay que darles opciones a cada uno y con las cosas que los puede cautivar.

Preadolescencia final, va de los 12 a los 14:
Aquí los niños y las niñas se vuelven a unir, empiezan a buscar su primer amor, aparece naturalmente su primer amor real, se da todo el desarrollo neurológico y fisiológico para enfrentar una vida adulta, entonces para ellos lo sabores, fragancias y texturas deben ser muy especiales, estos niños nos obligan a pensar en unos productos más particulares, aparece lo saludable porque ellos empiezan a crecer y a preocuparse por la figura, productos con características que trascienden la diversión, degradaciones en color, nuevas opciones en texturas, para ellos todo lo que represente romance es lo que los atrae, porque están en ese proceso de reencontrase con el otro.

Adolescencia, va de los 15 a los 18 años:
Es una edad muy compleja y prácticamente ningún sector trabaja para ellos porque es la etapa dónde no les gusta nada, sin embargo desde la panadería se podrá seguramente encontrar algunas alternativas para ofrecerles, las cuales trabajaremos en otro momento. En esta ocasión nos concentraremos hasta los 14 años.

Es importante tener claro que cada etapa del desarrollo trae consigo unos productos particulares, ahí está el reto para los panaderos pues los reta a pensar en ellos de manera muy interesante, como consumidores.

Comer para el niño sigue siendo parte del juego y no le podemos quitar esa condición. Aprópiense del mundo del niño como parte de su realidad.

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