Conseguir una corteza perfecta en un pan muchas veces puede tornarse algo dispendioso de lograr. La crocancia que viene tan bien con la miga húmeda no siempre se obtiene como lo imaginamos, pues varios factores pueden intervenir, dando como resultado productos con cortezas quemadas, panes crudos, y demás experiencias que pueden frustrar la labor.
Y si bien es cierto que para lograr una corteza apetitosa y de buena visual, es importante todo el proceso desde el amasado, formado y posteriormente fermentación del producto.
¿Qué debo hacer?
Aunque un buen horno es fundamental para desarrollar una textura ideal en el pan, amigo lector tome nota para que su corteza le quede como siempre la soñó:
Para una corteza crujiente: brillar la masa con agua antes de hornear.
Para una corteza brillante: revolver un huevo con una cucharada de agua y brillar la masa antes de introducirla al horno.
Para una corteza suave: brillar la masa con leche o mantequilla derretida cuando el pan salga del horno.