Escrito por: Comunicaciones Levapan.JTNDc2NyaXB0JTIwdHlwZSUzRCUyMmFwcGxpY2F0aW9uJTJGbGQlMkJqc29uJTIyJTNFJTBBJTdCJTBBJTIwJTIwJTIyJTQwY29udGV4dCUyMiUzQSUyMCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGc2NoZW1hLm9yZyUyMiUyQyUwQSUyMCUyMCUyMiU0MHR5cGUlMjIlM0ElMjAlMjJBcnRpY2xlJTIyJTJDJTBBJTIwJTIwJTIybWFpbkVudGl0eU9mUGFnZSUyMiUzQSUyMCU3QiUwQSUyMCUyMCUyMCUyMCUyMiU0MHR5cGUlMjIlM0ElMjAlMjJXZWJQYWdlJTIyJTJDJTBBJTIwJTIwJTIwJTIwJTIyJTQwaWQlMjIlM0ElMjAlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRnd3dy5pbnN0aXR1Y2lvbmFsY29sb21iaWEuY29tJTJGZ2FzdHJvbWFya2V0aW5nJTJGZXN0cmF0ZWdpYXMlMkZldGlxdWV0YXMtZGUtYWxpbWVudG9zLWNvbG9tYmlhJTJGJTIyJTBBJTIwJTIwJTdEJTJDJTBBJTIwJTIwJTIyaGVhZGxpbmUlMjIlM0ElMjAlMjJFdGlxdWV0YXMlMjBkZSUyMGFsaW1lbnRvcyUzQiUyMGMlQzMlQjNtbyUyMGNvbXVuaWNhcmxhcyUyMGVuJTIwc3UlMjBuZWdvY2lvLiUyMiUyQyUwQSUyMCUyMCUyMmRlc2NyaXB0aW9uJTIyJTNBJTIwJTIyUmVjaWVudGVtZW50ZSUyQyUyMGxhJTIwbGVjdHVyYSUyMHklMjBlbnRlbmRpbWllbnRvJTIwZGUlMjBsYXMlMjBldGlxdWV0YXMlMjBkZSUyMGFsaW1lbnRvcyUyQyUyMHNlJTIwaGElMjBoZWNobyUyMGZ1bmRhbWVudGFsJTIwcGFyYSUyMGxvcyUyMGNvbnN1bWlkb3JlcyUyQyUyMHlhJTIwc2VhJTIwZGUlMjBwcm9kdWN0b3MlMjBlbXBhY2Fkb3MlMjBwYXJhJTIwY29uc3VtaXIlMjBlbiUyMGNhc2ElMkMlMjBvJTIwbG9zJTIwcXVlJTIwc29uJTIwdXRpbGl6YWRvcyUyMHBhcmElMjBwcmVwYXJhY2lvbmVzJTIwZW4lMjByZXN0YXVyYW50ZXMuJTIwRW4lMjBlc3RlJTIwYXJ0JUMzJUFEY3VsbyUyQyUyMHF1ZXJlbW9zJTIwY29udGFybGUlMjBtJUMzJUExcyUyMHNvYnJlJTIwbGElMjBpbXBvcnRhbmNpYSUyMGRlJTIwbGFzJTIwZXRpcXVldGFzJTIwZGUlMjBhbGltZW50b3MlMkMlMjB5JTIwYyVDMyVCM21vJTIwcG9kZW1vcyUyMGRhcmxhcyUyMGElMjBjb25vY2VyJTIwYSUyMG51ZXN0cm9zJTIwY2xpZW50ZXMuJTIyJTJDJTBBJTIwJTIwJTIyaW1hZ2UlMjIlM0ElMjAlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRnd3dy5pbnN0aXR1Y2lvbmFsY29sb21iaWEuY29tJTJGd3AtY29udGVudCUyRnVwbG9hZHMlMkYyMDIxJTJGMTElMkZFdGlxdWV0YXNfZW5fbG9zX2FsaW1lbnRvcy5qcGclMjIlMkMlMjAlMjAlMEElMjAlMjAlMjJhdXRob3IlMjIlM0ElMjAlN0IlMEElMjAlMjAlMjAlMjAlMjIlNDB0eXBlJTIyJTNBJTIwJTIyJTIyJTJDJTBBJTIwJTIwJTIwJTIwJTIybmFtZSUyMiUzQSUyMCUyMkNvbXVuaWNhY2lvbmVzJTIwTGV2YXBhbi4lMjIlMEElMjAlMjAlN0QlMkMlMjAlMjAlMEElMjAlMjAlMjJwdWJsaXNoZXIlMjIlM0ElMjAlN0IlMEElMjAlMjAlMjAlMjAlMjIlNDB0eXBlJTIyJTNBJTIwJTIyT3JnYW5pemF0aW9uJTIyJTJDJTBBJTIwJTIwJTIwJTIwJTIybmFtZSUyMiUzQSUyMCUyMiUyMiUyQyUwQSUyMCUyMCUyMCUyMCUyMmxvZ28lMjIlM0ElMjAlN0IlMEElMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjIlNDB0eXBlJTIyJTNBJTIwJTIySW1hZ2VPYmplY3QlMjIlMkMlMEElMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjAlMjJ1cmwlMjIlM0ElMjAlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRnd3dy5pbnN0aXR1Y2lvbmFsY29sb21iaWEuY29tJTJGd3AtY29udGVudCUyRnVwbG9hZHMlMkYyMDE3JTJGMDYlMkZsb2dvLWxldmFwYW4taW5zdGl0dWNpb25hbC1jb2xvbWJpYS5wbmclMjIlMEElMjAlMjAlMjAlMjAlN0QlMEElMjAlMjAlN0QlMkMlMEElMjAlMjAlMjJkYXRlUHVibGlzaGVkJTIyJTNBJTIwJTIyMjAyMS0xMS0wMyUyMiUyQyUwQSUyMCUyMCUyMmRhdGVNb2RpZmllZCUyMiUzQSUyMCUyMjIwMjEtMTEtMDMlMjIlMEElN0QlMEElM0MlMkZzY3JpcHQlM0U=Recientemente, la lectura y entendimiento de las etiquetas de alimentos, se ha hecho fundamental para los consumidores, ya sea de productos empacados para consumir en casa, o los que son utilizados para preparaciones en restaurantes. En este artículo, queremos contarle más sobre la importancia de las etiquetas de alimentos, y cómo podemos darlas a conocer a nuestros clientes.
Tipos de etiquetas de alimentos:
En Colombia existen tres tipos de etiquetas para los alimentos: el general el cual está estipulado en la resolución 5109 de 2005, la cual establece el reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado o etiquetado que deben cumplir los alimentos envasados y materias primas de alimentos para consumo humano; el nutricional que está enmarcado en la resolución 333 de 2011 por la cual se establece el reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado o etiquetado nutricional que deben cumplir los alimentos envasados para el consumo humano, y el etiquetado frontal nutricional, el cual está próximo a reglamentarse ya que se hizo la socialización con la industria y la academia.
El etiquetado frontal nutricional ya ha sido aplicado en varios países alrededor del mundo. Puede ejecutarse de dos maneras: por medio de GDA o con “discos pare” que son de advertencia y no contienen números. En Colombia, el Ministerio de Salud socializó este nuevo sello de etiquetado de advertencia, el cual consiste en unos círculos de color negro donde se destaca cuando un alimento tiene alto contenido de grasa saturada, azúcar adicionada y sodio.
“El etiquetado nutricional y frontal puede ser una manera de alertar e informar si algún ingrediente se está excediendo. Sin embargo, también se debería informar cuando un alimento es rico en nutrientes y bueno para la salud, no solo los que representan un riesgo. Por eso, desde algunas organizaciones hemos buscado tener un enfoque más preventivo y que promueva la educación nutricional desde la primera infancia, ya que esto va a permitir que los consumidores tomen decisiones informadas”, asegura Olga Lucía Mora, consultora en nutrición, alimentos y comunicación científica.
Para ella, el hecho de que los consumidores todavía no interpreten lo que están consumiendo, tiene que ver con que la industria, en conjunto con el gobierno, ha fallado en el abordaje que han hecho a la educación nutricional. Por eso, las personas siguen tomando decisiones de compra basadas en el precio y en el gusto, más que en la salud.
Otro tipo de etiquetado que se ha colocado en tendencia es el clean label o el etiquetado limpio, que consiste en presentar la menor información, lo más clara posible y de manera eficiente. No obstante, en ningún país está reglamentado, sino que es una tendencia voluntaria.
¿Cuáles son los datos en las etiquetas de alimentos?
El empaque cumple dos funciones básicas: la primera es proteger el producto y la segunda es establecer un diálogo con el consumidor a través del etiquetado. Por medio de las etiquetas se le informa al consumidor sobre el producto, sus características y beneficios, para que pueda tomar su decisión de compra. No es publicidad, sino que es información que le permite al consumidor hacerse responsable de lo que consume y cómo lo combina en su dieta diaria.
De esta forma, el rotulado contiene información básica general y obligatoria que incluye: nombre del alimento, lista de ingredientes, contenido, nombre y dirección del fabricante, identificación del lote, fecha de vencimiento, instrucciones para la conservación, instrucciones para el uso e ingredientes que causan hipersensibilidad. Además, el número o código de registro sanitario.
Etiquetas con información nutricional
En el caso del rotulado nutricional, se brinda información sobre el listado de ingredientes, la tabla nutricional, las declaraciones de propiedades de salud, las condiciones de conservación y uso, y la fecha de vencimiento. Es decir, la información que le permita saber al consumidor si es bueno o no para su salud, de acuerdo a sus restricciones alimentarias determinadas por un doctor. Esta etiqueta no es obligatoria en Colombia, pero aquellos que lo apliquen deberán cumplir con los parámetros establecidos para ello.
Esto es importante comunicarlo al consumidor porque también permite alertarlo sobre los peligros de adquirir alimentos adulterados. Los cuales se pueden saber si han sido manipulados por medio de las etiquetas, cuando la información no corresponde a lo que está comprando.
¿Por qué el etiquetado frontal de alimentos?
Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, el 51% de la población adulta y el 17% de los niños sufren de obesidad. Lo que ha aumentado el número de personas con enfermedades crónicas no transmisibles.
Por eso, esta ley busca exigir a los productores e importadores de alimentos tener un etiquetado más claro y exigente; como también regular la publicidad, promoción y patrocinio de productos que afectan la salud pública.
Esto con el fin de acatar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, las cuales estipulan que dentro de las leyes fundamentales de los seres humanos está garantizar la salud, la alimentación y brindar información veraz y suficiente de los productos a los consumidores, ya que los estados son los responsables de la información que se le entrega a la población.
Sobre todo, porque “hay una tendencia a destacar atributos que no tiene el producto, como, por ejemplo, decir que un aceite vegetal es cero colesterol, cuando todo el mundo sabe que el colesterol es una grasa animal. Sin embargo, la etiqueta no dice si el aceite es natural, genéticamente modificado, si es saturado o no. Tampoco diferencia entre sal y sodio, y menos entre azúcar natural o refinada. Mejor dicho, si a un nutricionista le resulta difícil entender las etiquetas, imagínese lo que pasa con un consumidor normal. Por eso, todas las tablas nutricionales han fracasado. Hoy, las etiquetas son jeroglíficos”, asegura en una entrevista para El Tiempo, Jaime Delgado, abogado peruano y magister en Salud Pública, y una de las autoridades más destacadas en el continente en el tema de etiquetado y alimentos.