Helga blaha es una pastelería de vanguardia que fusiona los productos locales con las técnicas modernas. Fue creada por la panadera y maestra hojaldrera, Helga Blaha, después de muchos años de estudio y trabajo, quien fusionó sus conocimientos en pastelería, panadería y chocolatería, y creó este concepto que lleva su nombre y su esencia.
“A mí me gusta innovar y hacer todo diferente. Entonces, agarro un producto o sabor tradicional y lo transformo a mi estilo. Por eso, todos los productos que ustedes pueden probar en mi pastelería, son cosas muy diferentes. Eso es Helga Blaha: innovación, algo distinto y la fusión entre lo tradicional y lo moderno“
asegura Helga.
Su idea de unir la pastelería tradicional con la de vanguardia nace porque es defensora de la cultura gastronómica de cada país. Por eso, hizo un estudio de los postres tradicionales colombianos, sobre todo de Bogotá, y escogió cuatro postres representativos de esta zona y los fusionó con las técnicas de vanguardia. De esta forma, cambió las texturas de muchos ingredientes y los estados de los alimentos por medio de procesos químicos para lograr resultados diferentes. Así, nace el postre de almojábana que tiene confitura de guayaba dentro de una mousse de yogurt, o una mantecada dentro de una mousse de chocolate blanco infusionada con aguardiente. De la misma forma tiene un merengón de guanábana que parece una nube de burbujas con mousse de chocolate blanco, y un postre de mora y queso que tiene cake de almendras con yogurt, confitura de mora y mousse de yogurt con queso costeño.
“La pastelería de vanguardia fusiona tres cosas importantes: técnica, equipamiento y arte. Si falta alguna de las tres, el resultado no va a ser el esperado porque es la mezcla de estos tres ingredientes. De hecho, cuando vemos los postres parecen obras arquitectónicas o escultóricas. También, fusionamos todo esto con procesos químicos donde cambiamos texturas y estados de los alimentos para conseguir una fusión o armonía perfecta en las combinaciones que hacemos en los postres. Entonces usando todas esas técnicas tradicionales de pastelería, le agregamos procesos químicos para cambiarles algo. Es un proceso parecido a la cocina molecular“
asegura Helga.
De esta forma, cada producto tiene un alma diferente y una esencia distinta que hace que todas las personas quieran probar cada postre porque ofrece una experiencia única.
Para lograr estos resultados, Helga imagina los sabores en su cabeza y las fusiones. Empieza hacer pruebas, a formular diferentes sabores y texturas pero sin probar lo que hace. Solo lo imagina. Luego, se los da a probar a las personas cercanas, quienes son sus principales críticos. Ella les dice qué quiere expresar con el postre, y ellos son los encargados de decir si lo consiguió o no. Después, cuando aprueban el postre, viene el proceso de formular y llevar estos productos a procesos químicos para obtener el resultado final.
“Quiero que los postres tengan diferentes momentos y que te vayan saliendo sabores a la vez que vas probando el producto. Yo quiero que vayas sintiendo diferentes experiencias”, establece Helga. Y todo ello lo logra con la pastelería de vanguardia, que para ella, es la mejor forma de expresar lo que quiere mostrar al mundo.
Su pastelería comenzó hace tres años. Primero, hizo su taller de producción y empezó a vender por medio de las herramientas digitales a través del marketing digital. Instagram ha sido la plataforma más fuerte con la que se ha dado a conocer. Ahora, en diciembre, abre su punto físico en Usaquén con el que espera continuar aumentando sus ventas y su reconocimiento.
Dentro de las estrategias de marketing que más ha utilizado y le ha funcionado es el de la fotografía de producto, con el que le ha brindado al cliente el primer acercamiento a su propuesta. Sin embargo, no descuida el sabor del producto que es el que le permite fidelizar a sus consumidores.
Para culminar, les recomienda a los pasteleros colombianos que no dejen de estudiar y que aprendan a formular para poder crear y no repetir una receta. Para ello, considera que no se necesita tanta plata, solo muchas ganas y recursividad.
