La educación es el pilar que trae desarrollo porque genera oportunidades para un mejor futuro y eso lo sabía muy bien don Guillermo Ponce de León, fundador de la compañía Nacional de levaduras LEVAPAN S.A, por eso en 1959 en Tuluá creó el Colegio Levapan.
Con más de 50 años de trayectoria, se convierte desde 2009 en la Fundación Educativa Guillermo Ponce de León (FGPL) con la idea de ser un proyecto educativo más independiente y con el objetivo de responder a las necesidades de un mundo cada vez más exigente.
Revista Pan Caliente, habló con Nanook Smildiger, Natalia Palacios, Claudia Gómez – que hacen parte de la junta directiva de (FGPL) y su rectora Adriana Guarín – para que nos contaran aspectos de la nueva sede, los retos que se avecinan en materia educativa y por supuesto los planes que se han trazado a futuro.
Historia
El Colegio nació únicamente con primaria y así se ha mantenido hasta la actualidad. El primer curso contó con 35 estudiantes entre los cuales había hijos de los trabajadores de la planta.
En el 2013, surgió la necesidad de trasladar la Fundación de lugar, ya que el espacio se necesitaba para la planta, “esto nos dio también la posibilidad de pensar de otra manera, pues de alguna forma la Fundación ya se había quedado corta, pues el mundo va a otro ritmo. Así comenzamos a soñar no solo con tener nuevas instalaciones – nos cuenta Nanook Smilgider – sino poder tener una sede más grande, pensando en incluir bachillerato, además de crear espacios que no existían como una sala de computadores”.
La nueva sede está situada al lado del parque de la Guadua en Tuluá, tiene un diseño muy moderno que contará con 12 aulas, 2 laboratorios, 1 biblioteca, auditorio para 230 personas, cancha múltiple, cancha de fútbol, área de cafetería y Edificio principal con el área administrativa.
Una de las características que ha tenido siempre la Fundación y que conserva es el subsidio para sus estudiantes del 100% de todo lo que necesitan, desde el uniforme hasta la pensión pasando por el refrigerio y los útiles, esto es posible gracias a que la Compañía Nacional de Levaduras LEVAPAN S.A anualmente les asigna un presupuesto para su manutención.
Hasta el momento la Fundación ha graduado de primaria a más de 1500 estudiantes con excelentes resultados.
“En esta nueva etapa es importante resaltar la maravillosa labor que ha realizado el cuerpo docente, el cual se ha involucrado al 100% con los cambios que ha traído la nueva sede. Nuestra idea es mantener el nivel educativo que desde siempre ha sido muy bueno, solo que ahora le estamos agregando elementos para potencializarlo, queremos que los niños sigan saliendo cada vez mejor preparados, pero sin perder nada de lo ganado hasta ahora” – recalca Claudia González.