” El pan es un alimento muy completo ya que tiene buenos aportes calóricos y nutrientes, estos hacen parte de los beneficios del pan. “
Adaptado por: Nataly González Salamanca.
Los niños entre 5 y 12 años necesitan alimentos nutritivos, además deben ser visualmente muy atractivos para que lo consuman, pues el apetito de ellos se ve reducido en esta etapa.
Una buena dieta debe asegurar que la energía alimenticia (calorías) sea suficiente para asegurar el crecimiento. Es importante que la fuente principal de esta energía sean alimentos ricos en carbohidratos, y dentro de este grupo, el pan se encuentra como una de las mejores alternativas, además es un alimento al alcance de todos.
El pan en la mesa parece estar siendo desplazado hoy, por alimentos altamente industrializados, pero poco adecuados para el crecimiento y desarrollo de los niños. El pan no debe eliminarse, hace parte de una buena dieta. Si usted es padre que se preocupa por el futuro de su hijo, preste atención a las siguientes recomendaciones:
Cuando aprende cómo crear un hábito y lo mantiene puede:
1. Los productos de panadería para niños, deben estar hechos con materias primas de excelente calidad, de lo contario evite que los consuman.
2. Incluya una ración de pan (entre 40 y 60 gramos) con cada una de las comidas para aportar al menor, todos los nutrientes necesarios para mantener una dieta balanceada.
3. Estas necesidades son mayores, en niños deportistas o con mucha actividad física. Para reemplazar las pérdidas de energía, los panes aliñados y ponqués se convierten en una excelente opción, pues aportan muchos nutrientes y calorías, en porciones relativamente pequeñas.
4. Existen micronutrientes (Vitaminas y Minerales) necesarios para el adecuado crecimientos de huesos y músculos, así como para el desarrollo de la inteligencia y las demás actividades cerebrales. El pan es una buena fuente de Calcio, Fósforo, vitamina D y complejo B. El consumo de productos de panadería, acompañado de alimentos lácteos, carnes, huevos, frutas y verduras, componen una dieta balanceada ideal. Lo anterior, sumado a una sana rutina de ejercicios y juegos evitan la obesidad y aseguran a los padres tener hijos sanos y fuertes en el futuro.