Medidas de bioseguridad en las panaderías y pastelerías.

Medidas de bioseguridad en las panaderías y pastelerías.

El Ministerio de Salud y Protección Social emitió la resolución 749 de 2020, la cual establece los protocolos de bioseguridad que deben tener en cuenta los establecimientos del sector gastronómico durante la reactivación económica y la reapertura, la cual complementa la resolución 666 del 24 de abril de 2020 el cual establecía el protocolo general que debe aplicar esta industria y otras actividades económicas durante la emergencia sanitaria.

Esta resolución detalla los protocolos de bioseguridad que permiten a los restaurantes, panaderías, pastelerías, reposterías y cafeterías hacer entregas para llevar, domicilios, autoservicio, catering para eventos y servicio a la mesa. Para este último, es necesario que los establecimientos cumplan con las siguientes medidas:

  • Garantizar el distanciamiento físico de dos metros entre personas y mesas. De esta manera la distribución de mesas, sillas, barras y áreas comunes deben ser señalizadas y modificadas según corresponda para garantizar la separación mínima y el control del flujo de personas.
    Instalar barreras protectoras en el área de servicio con el fin de garantizar el distanciamiento mínimo en las áreas de entrega de pedido y pago.
  • Adecuar los baños para que el contacto de los clientes con las superficies sea mínimo. Entonces, es fundamental que coloquen dispensadores automáticos de papel higiénico o toallas de papel, secadores automáticos, y dispensadores de jabón o grifería automática o de pedal.
  • Deben disponer de manera permanente alcohol glicerinado mínimo al 60%, en la caja y la zona de entrega para la limpieza de manos de los clientes y trabajadores.
  • Establecer un punto de control en la entrada del establecimiento donde se le tome la temperatura a los clientes, se verifique el correcto uso de tapabocas y se realice el procedimiento de desinfección de manos y zapatos.
  • Promover los pagos electrónicos.
  • Realizar marcas visuales o señalizar las diferentes posiciones de interacción con los clientes, incluyendo zonas de espera, pedido, pago y entrega de productos para que se mantenga la distancia de dos metros.
  • Señalizar el área de parqueo para que exista un espacio suficiente entre los vehículos de los clientes.
  • En cuanto a los trabajadores, los propietarios de los establecimientos deben proveer los nuevos elementos de trabajo y dotación a sus empleados, así como los elementos de protección personal. Deberá capacitar en manipulación de alimentos y residuos, en la interacción dentro de las instalaciones con los clientes y entregar reportes a las autoridades sanitarias.
  • Realizar e intensificar los procesos de limpieza y desinfección permanente en puntos de venta, puntos de pago, zonas comunes, baños y zonas de alto tráfico, carros y canastillas de mercado, góndolas, pasamanos de escaleras, lugares de alto contacto como botones eléctricos, datáfonos, vitrinas, neveras, bandas registradoras y puntos de pago, entre otros elementos de uso frecuente por los clientes, con desinfectantes que tengan actividad virucida y registrando la hora en el que se realiza el proceso de desinfección.
  • Llevar un registro de entregas de los clientes con dirección y teléfono que sirva como referencia para las autoridades sanitarias, en caso de que algún trabajador salga positivo para COVID-19, de modo que se puedan rastrear los contactos.
  • Establecer una estrategia de información que permita a trabajadores, consumidores y visitantes conocer las medidas de prevención frente al COVID-19, publicadas en la página web del Ministerio de Salud y Protección Social.
  • El aforo en los establecimientos no puede ser mayor al 25%
  • Digitalizar las cartas o menús.

La vigilancia del cumplimiento de este protocolo está a cargo de la secretaría o entidad municipal o distrital que corresponda a esta actividad económica. En el caso de Bogotá, la Alcaldía, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDDE) y el Instituto Distrital de Turismo (IDT), está realizando el control a los establecimientos. Si no cumplen con estas medidas, los negocios pueden ser cerrados u obtener grandes multas.

“Lo más difícil es lograr el cambio de mentalidad, aceptar que nos encontramos en una nueva realidad y que tenemos que adaptarnos, cuidarnos y protegernos. Tener más conciencia y respeto por el otro, independientemente de lo que creamos, los protocolos permiten continuar en cierta normalidad que la economía necesita. Está en nosotros al seguir estrictamente estas medidas y ayudar a que la economía no colapse. No sabemos hasta cuando el Covid-19 siga siendo catalogado como pandemia, pero si nos adaptamos a esta nueva vida y respetamos las normas creo que vamos a retornar más rápido a la normalidad”

asegura Ana María Zuluaga Duque, chef repostera de Luca.

 

Esto se logra, según ella, informando, capacitando constantemente de la mano de la ARL y siguiendo las nuevas reglamentaciones. “Las charlas virtuales, los videos explicativos, los manuales, son entre otras, herramientas útiles para capacitar e informar, pero la mejor manera es con el ejemplo. Cada persona debe estar pendiente de cumplir las medidas; todos somos responsables, somos un gran equipo que entiende que interiorizando y haciendo rutinarias todas las medidas, transmitimos eso al cliente, dándole seguridad y confianza en su compra”.

 

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