Oportunidades para el sector luego del confinamiento

Oportunidades para el sector luego del confinamiento

El coronavirus trajo consigo grandes transformaciones en la vida de los seres humanos. También, en las diferentes actividades económicas como las panaderías, pastelerías y reposterías, quienes han tenido que cambiar su manera de operar para adaptarse a nuevas tendencias tecnológicas y de consumo, sin perder su esencia.

“Lo que sucede es que llegó el momento de que las panaderías y pastelerías empiecen a construir verdaderas propuestas de valor. Aspecto que se había dejado de lado porque el negocio nunca había exigido tanto como hoy la creación de una propuesta de valor contundente y diferenciadora que dejara que los negocios y los clientes encontraran una experiencia multisensorial. Yo no creo que deban reinventarse porque de hecho la reinvención en los negocios no existe, sería comenzar de nuevo, y ese no es el camino. Yo creo que hay que hacerle entender al panadero, al pequeño industrial, o el gran industrial cuál es su capacidad de adaptación a una nueva forma de vida” afirma José Ricardo Franco, investigador senior de marketing y consultor de marcas, experto en psicología del consumidor.

Sin embargo, este nuevo mundo necesita, según él, que los panaderos y pasteleros convencionales aprendan sobre el mercadeo digital, un aspecto al cual le tenían mucho miedo o creían que nunca les iba a tocar conocer porque el cliente siempre iba a los establecimientos. Pero, la generación que surge a partir de esta nueva realidad exige que el panadero conozca sobre marketing digital, que trabaje las redes sociales y que haga transacciones mucho menos intrusivas donde el consumidor se pueda autogestionar. Si el sector no entra en esta nueva realidad va a tener muchas dificultades. El éxito está en adaptarse al cambio.

A parte del mundo digital, nacen nuevas oportunidades de producto a causa del cambio de estilo de vida. Cada vez, la gente está más consciente de lo que come y busca una alimentación más nutritiva y coherente con el bienestar y el equilibrio. Ante esto, “las panaderías y las pastelerías tienen que empezar a ofrecer productos que se ajusten a ese equilibrio y bienestar, manteniendo la indulgencia. Entonces, vemos panaderías que desarrollan más panes funcionales y con masa madre o bizcocherías y pastelerías que manejan pequeñas porciones que ofrecen más gratificación y menos sentimiento de culpa”, agrega José Ricardo.

Sobre todo porque las panaderías tradicionales ya no pueden quedarse vendiendo solo pan rollo, blandito o roscones; sino que deben brindar nuevas propuestas que sean ricas en cereales, ingredientes y que proporcionen nuevos grados de acidez para diferentes momentos de consumo. Lo que refleja que la nueva tendencia es la variedad, que para lograrla es necesario apoyarse de la panadería congelada. “Tú puedes tener el horno con diferentes productos y hornear cada dos horas. Así tienes una producción maravillosa con una diversidad fantástica. El concepto de la panadería era los horarios. Ahora, es la diversidad de oferta. Ahí está la ganancia. También en la flexibilidad del panadero de aprender nuevas formas y técnicas que satisfagan las necesidades del consumidor”, establece José Ricardo.

Además, la exhibición y el visual de la tienda tiende a cambiar porque la gente ya no puede coger el pan como lo hacía antes por seguridad y salubridad, entonces el panadero y pastelero va a tener que rediseñar su local, aprender a exhibir de otra manera su producto y adaptarse a las nuevas formas de comunicación.

Por otro lado, está el precio. La gente está dispuesta a pagar más dinero por calidad, buena presentación y un local agradable, tal como lo demostró la llegada de Tostao, Café y Pan que colocó en jaque a muchas panaderías de barrio. Para lograrlo, es fundamental comenzar a educar al consumidor en este producto, sus propiedades nutricionales y beneficios en los diferentes momentos del día. Aún más, en este momento en el que la gente está todo el tiempo en la casa. Lo que brinda una oportunidad de oro a los panaderos para que posicionen sus productos. Empero, deben estudiar muy bien los ritmos biológicos y circadianos del ser humano los cuales reflejan que en la mañana, el cuerpo requiere consumir productos con unas características específicas y en la noche otras con nutrientes y tamaños diferentes.

En cuanto a formato, el pan grande tiene una gran oportunidad, ya que como las personas no pueden salir todos los días a la tienda, buscan productos de buen tamaño que les dure dos días en casa, pero sin perder su apariencia, estabilidad y textura.

Esto requiere que el panadero se actualice y adquiera nuevos conocimientos. También, que conozca de nuevas tendencias y sobre todo, que genere alianzas estratégicas donde comparta conocimientos con otros panaderos y se ayuden mutuamente. Allí, está el éxito de los negocios.

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