¿Se atrevería a comerlo? En Finlandia el pan se hace con harina de grillos.
¿Se comería usted un pan hecho con grillos? A simple vista la respuesta podría tener una connotación negativa, y más si se tiene en cuenta que estamos en una cultura en donde el imaginario de ¿a qué sabrá? supera al hecho de probar y juzgar basados en una experiencia real.
Sin embargo, en Finlandia, que por cierto es uno de los países en donde ya no existe la prohibición del uso y venta de insectos para la industria de alimentos, se encuentra Fazer ; una cadena de panaderías de amplia trayectoria en el país nórdico y cuya propuesta de valor de un tiempo para acá se ha orientado hacia la venta de panes hechos con harina de grillo.
Contrario a lo que muchos piensan, la peculiar propuesta, en vez de repeler clientela, trajo consigo grandes resultados, a tal punto que a pocos días de su lanzamiento la harina se agotó en todo el país limitando la producción de este tipo de pan a Helsinki, capital de Finlandia, y sus alrededores. Lo anterior sin contar la inmensa difusión que esta iniciativa generó en redes sociales y en donde a través de Twitter y Facebook cientos de usuarios comentaron y debatieron su punto de vista acerca de la iniciativa de la compañía finlandesa.
Polémico o no, consumir productos a base de insectos es más común de lo que las personas imaginan. Según cifras de La República, más de 2 billones de personas en el mundo consumen insectos. Y no es para menos, según estudios la harina de grillo puede tener igual o más proteínas que un huevo , e incluso puede reemplazar a la carne de res sin problema.
En Colombia también tenemos harina de grillo
Más allá de la genialidad de la industria finlandesa, en Colombia dos emprendedores, uno biólogo y la otra microbióloga, se centraron en crear la versión local de la harina de grillos a través de su marca ArthroFood.
Tras 7 años de investigaciones, Diego Cruzy Yovanna Serrato crearon una fuente alternativa de proteína, que entre otras cosas, además de ser nutritiva, aporta al medio ambiente pues a la hora de producir la materia prima se genera una reducción en términos de contaminación ambiental en cuanto a consumo de agua, espacio, alimento y emisiones de CO2 en comparación con la crianza de un pollo, un cerdo o una res.
“Consumir un pan, un pastel, un batido o una arepa hecha con grillos puede incorporar al cuerpo hasta un 76% de la cantidad diaria que requiere una persona en proteínas y casi el 100% de la cantidad recomendada de vitaminas”, explica Yovanna Serrato, co-fundadora del emprendimiento colombiano.